La Salvia Blanca es un regalo de la naturaleza, un puente entre el mundo terrenal y el reino espiritual. Su humo sagrado es como el abrazo de un antiguo chamán, limpiando cada rincón de tu ser y de tus espacios. Cuando enciendes una vara de Salvia Blanca, estás invocando la esencia de la pureza y la renovación.
Este humo ancestral nos conecta con los misterios del cosmos, purificando nuestro ser interior y nuestros alrededores. Es como si la misma madre naturaleza extendiera sus brazos protectores sobre nosotros, eliminando las energías negativas y atrayendo la luz y la claridad.
Salvia Blanca
Precauciones:
Ventilación: Como mencionamos antes, la ventilación es clave. Asegúrate de que el espacio esté adecuadamente ventilado para que el humo no quede atrapado.
Seguridad contra incendios: Ten cuidado con el humo y las brasas. Mantén un recipiente resistente al calor debajo de la Salvia Blanca para atrapar las cenizas y las brasas.
Manejo seguro: Evita tocar la parte encendida de la Salvia Blanca, ya que estará caliente. Utiliza un recipiente para sostenerla.
Respeto y cuidado: Utiliza la Salvia Blanca con respeto y con la intención de purificar y elevar la energía, no con propósitos negativos.
Niños y mascotas: Mantén fuera del alcance de niños y animales domésticos cuando utilices la Salvia Blanca.
Embarazo: Si estás embarazada o tienes problemas respiratorios, consulta a un profesional de la salud antes de utilizar la Salvia Blanca, ya que el humo puede ser irritante.
La purificación con Salvia Blanca es una práctica espiritual antigua y respetada, pero es importante hacerlo con responsabilidad y respeto por su tradición y significado.